Hasta la llegada del Samsung Galaxy S3, Samsung
se había centrado sobre todo en ofrecer un perfil técnico muy puntero
con los terminales de su gama alta. Sin embargo
con el Samsung Galaxy S3 dieron un giro a esta estrategia y comenzaron a apostar por una serie de
funciones de software enfocadas a mejorar la experiencia de uso, sin duda todo un acierto. Con este tipo de características
Samsung consigue desmarcarse de sus competidores al ofrecer un valor exclusivo que no se puede encontrar en otros terminales. El Samsung Galaxy S3 cuenta con prestaciones como
Smart Stay, que detecta nuestra mirada para mantener la pantalla activa, o
Pop up Play para ver vídeos en una ventana flotante.
El Samsung Galaxy S4 ha continuado esta tendencia ampliando todavía más las capacidades con
Air View y Air Gesture o Smart Pause.
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